El pasado día 29 de noviembre tuvo lugar la I Jornada de Humanización en Cuidados Paliativos, fruto del Acuerdo de Colaboración entre la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) y la OMC, firmado el pasado mes de julio, como coincidieron en señalar en el acto inaugural el vicepresidente primero de la OMC, Dr. Serafín Romero y el Hno. Miguel Ángel Varona Alonso, presidente del Patronato de la FJC y Superior Provincial de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios-Provincia de Castilla.
La Jornada viene motivada por la necesidad de promover un modelo de humanización de los servicios de salud «basado en valores y caracterizado por el respeto incondicional a la persona, a sus valores y sistema de creencias» tal y como destacó el Hno. Varona. Valores como el Humanismo, clave para ofrecer una atención integral «que es la expresión práctica de lo que hoy interpretamos como calidad asistencial en la prestación de servicios y cuyos puntos clave son la concepción multidimensional de la persona y la multiinterdisciplinaridad de los agentes de salud».
La Jornada, se centraron en los Cuidados Paliativos por lo que representan para la dignificación de la atención en el final de la vida, y porque, en palabras del Hno. Varona «nos están ofreciendo una metodología de trabajo que puede ser implementada en todos los campos específicos de atención con el objetivo de impregnar de humanismo las relaciones que se dan en nuestro sistema sanitario».
«Humanizarse para humanizar»
Tras valorar los avances tecnológicos conseguidos en la lucha contra la enfermedad, el Hno. Varona lamentó que se haya descuidado al que verdaderamente soporta la enfermedad: «hemos descuidado el enfermo, y hemos sustituido el paradigma verdadero e importante de ‘enfermo que tiene una enfermedad’ con el de ‘enfermedad que tiene un enfermo’.
Por ello el representante de la OHSJD destacó que el sistema de salud necesita de «profesionales humanizados y formados adecuadamente» porque solo de esa manera «se puede ofrecer una atención que impida que se pase de largo junto al hombre, e impida la inhumana división entre persona y enfermedad».
Humanización que para la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios supone el factor clave y diferenciador en la atención a sus pacientes y que pasa por tener «profesionales responsables, respetuosos, capaces de empatizar y comprender las necesidades de forma individual y ofrecer cuidados integrales, e Instituciones que creen en el trabajo en equipo, en la formación e información, y en la comunicación como pilar fundamental en las relaciones laborales y sociales».
Vicpte. primero OMC: «Evitar el abandono y fomentar la buena práctica médica, requisitos de la humanización en cuidados paliativos»
El vicepresidente primero de la OMC, Dr. Serafín Romero, inició su intervención en el acto inaugural de esta jornada, recordando las palabras pronunciadas por el Papa en la audiencia privada concedida a los médicos españoles y latinoamericanos el pasado mes de junio, incidiendo en la compasión no como lástima sino padecer con, es, de alguna manera, el alma misma de la Medicina».
Las palabras pronunciadas por el Pontífice encajan a la perfección, según el Dr. Romero, con el objetivo de estas jornadas, que cumplen con los compromisos adquiridos entre la OMC y la OHSJD en su acuerdo y que pasan, como recordó, por: el análisis de un problema relacionado con la salud y especialmente del ámbito de la asistencia y los cuidados; la promoción e implementación de respuestas y actuaciones que tengan como fin último garantizar la calidad asistencial y el cuidado de la salud de los ciudadanos, con preferencia a aquellos colectivos más necesitados; y por proporcionar una visión humanista de las acciones acordadas.
Recomendó consultar el Código de Deontología que dedica su capítulo VII a la atención médica al final de la vida «donde se puede comprobar claramente cuál es la actitud que debe tener un médico ante este proceso, así como el compromiso y obligación que ha de adquirir un médico a la hora de atender a pacientes en esta situación».
Expuso el punto de vista de la OMC sobre la humanización en cuidados paliativos que pasa por dos premisas: en primer lugar, evitar el abandono y la falta de atención adecuada del enfermo y su familia, evitar discursos del «ya no hay nada que hacer», promover la necesaria formación en cuidados paliativos y en habilidades de comunicación medico paciente y evitar el llamado «miedo al fracaso profesional», la muerte de un paciente como un fracaso personal.
En segundo lugar, fomentar la buena práctica médica: «que promueve la dignidad y la calidad de vida del enfermo, que ofrece una atención integral y un óptimo control de los síntomas, dar soporte emocional y una adecuada comunicación y aplicar las medidas terapéuticas adecuadas y proporcionadas», según sus palabras.
El Dr. Romero recordó, al respecto, que «potenciar el humanismo, apostar por la búsqueda de la excelencia en el ejercicio profesional y procurar la mejor asistencia y en las mejores condiciones a los pacientes y a los ciudadanos es un objetivo permanente para la Organización Médica Colegial».
Como coordinador de las Jornadas junto al Dr. Martínez, director de la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC), el Dr. Luis Ángel Oteo, jefe Departamento de Desarrollo Directivo y Gestión de Servicios Sanitarios de la Escuela Nacional de Sanidad, también se dirigió a los asistentes, coincidiendo en que uno de los elementos más importantes de nuestro sistema sanitario es el de la humanización, «que así nos lo reconoce la propia sociedad que nos coloca en el frontispicio de la arquitectura social de este país desde el ámbito de la humanización y dignificación de los seres humanos», siendo, a su juicio, los cuidados paliativos «el componente de humanización más relevante e identitario dentro del SNS».
Consideró, además, que el final de la vida representa un momento transcendente para la persona «en donde la fragilidad, la vulnerabilidad, la sensibilidad y todo el conjunto de determinantes de la condición humana se expresan de forma más importante».
Trasmitió, finalmente, en nombre del conjunto de profesionales del sistema sanitario el enorme respeto que se profesa hacia los compañeros dedicados a los cuidados paliativos así como el agradecimiento a la labor que desempeñan en ese momento crucial como es el final de la vida.